Desafortunadamente, como ya he señalado previamente, han crecido ambos intereses - positivo y negativo. Y cuando uno se pregunta, uno reflexiona sobre qué se podría hacer respecto a esta situación, - a corto plazo, por supuesto, la gente usa los medios de comunicación u otras formas para influir en el público. Pero mi opinión es, y lo dije incluso antes de la epidemia de la COVID-19, es que hay que empezar desde la niñez, hay que enseñar a los niños, y cuando digo “niños” me refiero incluso a los niños de escuela secundaria, liceo. En cualquier caso, hay que enseñar a los niños sobre lo que son las vacunas, cómo funcionan, y porqué son importantes. Y en los Estados Unidos, vemos las consecuencias de no hacerlo. Vemos la oposición a la vacunación que está basada en las creencias personales, en información absurda, y así sucesivamente. Y tengo la impresión de que esto se puede abordar, pero hay que hacerlo en una etapa temprana de la vida, porque cuando las personas se vuelven adultas, ya tienen opiniones fijas basadas a menudo en información incorrecta. Y es muy difícil cambiar las opiniones en los adultos, porque los adultos tienden a mantener esas opiniones pase lo que pase.