Normalmente, se tarda 1-2 semanas después de la vacunación frente a la COVID-19 para que el cuerpo genere la inmunidad contra el virus.
La duración de la protección varía en función de la vacuna y puede verse influida por quien la recibe. Las personas inmunocomprometidas tienden a desarrollar una respuesta inmunitaria más débil al número estándar de dosis de las vacunas, y por lo tanto necesitan una dosis adicional de la serie primaria de la vacunación. La inmunidad contra la infección leve empieza a disminuir en los meses posteriores a la vacunación, especialmente entre las personas mayores. Por esta razón muchos países han introducido una dosis de refuerzo, empezando por los grupos de edad avanzada.
Actualización (Marzo del 2023):
La política de las dosis de refuerzo en los países está evolucionando. Para conocer las recomendaciones actuales de la OMS sobre las dosis de refuerzo, consulte: