La OMS no recomienda realizar las pruebas de anticuerpos después de ninguna de las vacunaciones, sean rutinarias o estacionales. Las pruebas, si están disponibles, complicarán significativamente el programa de vacunación y aumentarán su coste. También, esto plantearía cuestiones de la calidad de las pruebas, y podría provocar rumores sobre la calidad y seguridad de las vacunas. Además, la inmunidad protectora posterior a la vacunación no depende solo de la disponibilidad y cantidad de los anticuerpos neutralizantes del virus, sino también de la inmunidad celular.