Las mujeres embarazadas tienen un mayor riesgo de desarrollar la COVID-19 grave comparado con las mujeres de edad fértil no embarazadas, además la COVID-19 ha sido asociada con un riesgo elevado del parto prematuro.
La OMS no recomienda posponer el embarazo después de la vacunación ni realizar los tests de embarazo antes de la vacunación.