No hay evidencia de que la recepción de una vacuna frente a la COVID-19 dificulte quedarse embarazada. Algunos ensayos en personas que se están sometiendo a tratamientos de fecundación in vitro (FIV) han demostrado que recibir una vacuna ARNm frente a la COVID-19 no afecta las funciones del organismo responsables de la fertilidad. Las asociaciones profesionales de medicina reproductiva recomiendan que las personas que están recibiendo un tratamiento de fertilidad reciban de forma reglada las dosis de vacunas frente a la COVID-19 y las dosis de refuerzo recomendadas. No hay recomendación de posponer un tratamiento de fertilidad después de haber recibido la vacuna ni tampoco de evitar la recepción de la vacuna después de dicho tratamiento.