La OMS y la EMA han evaluado los datos disponibles y han determinado que los beneficios de la vacunación, en concreto el enorme potencial de prevenir las infecciones y reducir las muertes en todo el mundo, superan el posible, pero muy pequeño riesgo de sufrir cualquier evento adverso grave después de la vacunación.
Concretamente, en caso de los episodios tromboembólicos severos junto a trombocitopenia, independientemente de la existencia o no de la relación causal con la vacunación, la frecuencia observada es de menos de 1 por 100.000 dosis administradas hasta la fecha[^1].
Referencias: